Escritos parroquiales
Pbro. Gustavo E. PODESTÁ

Número: 9
DICIEMBRE, 1995

Navidad y Fin de Año

Diciembre tiene el particular sabor de las clases que terminan, las vacaciones que se acercan, las piletas de los fines de semana y, sobre todo, el de las fiestas más queridas de nuestro calendario civil y cristiano: Navidad y Fin de Año.

Dar exámenes, pensar en cerrar económicamente bien el año y dejar nuestros asuntos más o menos acabados, programar las vacaciones, ya estar proyectando tarjetas y regalos de Navidad, es también parte de la excitación, a veces distractiva, de Diciembre.

Adornos de lucecitas y vidrios multicolores, árboles engalanados y muñecos u hombres calurosamente disfrazados de colorado y barba blanca, contribuyen también a la distracción, y a apartar nuestra mente de lo único importante en todo este movimiento: Belén.

Salvemos, en lo que esté en nuestras manos, la raigambre cristiana de este tiempo. A pesar de la amenaza de los exámenes, de las últimas entregas, de los balances, de los gastos findeañeros, del ya estar cavilando sobre el año que viene, demos tiempo también a preparar el advenimiento de Jesús, su natividad, intensificando si es posible nuestros momentos de silencio, de oración y de buena lectura. Custodiemos nuestra condición humana y cristiana. Seamos verdaderamente libres, y no vivamos solamente el calendario de los estudios, ni de las agencias de turismo, ni de los comerciantes, sino el calendario de la Iglesia , el tiempo de Dios, Adviento.

Y pensemos, también, en tantos hermanos nuestros que no tendrán vacaciones, o que no han podido estudiar, o que no podrán festejar ni brindar, o, más desdichados aún, que no esperarán a Jesús, porque no le conocen o no saben Quién es.

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